quinta-feira, 1 de novembro de 2018

[0354] Juan Ramón Jiménez, a voz que o falagismo não calou

Juan Ramón Jiménez Mantecón nasceu em Moguer (Andaluzia) em 1881 e faleceu em San Juan de Puerto Rico em 1958. Poeta español, ganhou o Prémio Nobel da Literatura em 1956. Estudou em Huelva e Sevilha. Razões de saúde e a falencia familiar obrigaram-no a ingresar em diferentes sanatórios. Foi um dos fundadores da revista literaria “Helios”, director das Edições da Residência de Estudantes, em Madrid. director literário da Editorial Calleja. Encabeçou o movimiento de renovação poética espanhol de fins da década de 10 do século pasado e tornou-se uma das referências da chamada Geração de 27. Apoiou a causa republicana na Guerra Civil de Espanha, o que o obrigou a exilar-se  em Washington, depois em Cuba, Miami, de novo em Washington, Argentina, Uruguai e, finalmente, Puerto Rico: sua casa em Madrid foi saqueada pelos falangistas.


PÁJARO DEL ALMA

Pájaro del agua
¿qué cantas, qué encantas?

A la tarde nueva
das una nostalgia
de eternidad fresca,
de gloria mojada.
El sol se desnuda
sobre tu cantata.

¡Pájaro del agua!

Desde los rosales
de mi jardín llama
a esas nubes bellas,
cargadas de lágrima.
Quisiera en las rosas
ver gotas de plata.

¡Pájaro del agua!

Mi canto también
es canto de agua.
En mi primavera,
la nube gris baja
hasta los rosales
de mis esperanzas.

¡Pájaro del agua!

Amo el son errante
y azul que desgranas
en las hojas verdes,
en la fuente blanca.
¡No te vayas tú,
corazón con alas!

Pájaro del agua
¿qué encantas, qué cantas?


EL POETA A CABALLO

¡Qué tranquilidad violeta
por el sendero a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!

La dulce brisa del río,
olorosa a junco y agua,
le refresca el señorío...
La brisa leve del río.

A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!

Y el corazón se le pierde,
doliente y embalsamado,
en la madreselva verde...
Y el corazón se le pierde.

A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!

Se está la orilla dorando.
El último pensamiento
del sol la deja soñando...
Se está la orilla dorando.

¡Qué tranquilidad violeta
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!


LA MUERTE ES EL REPOSO

La muerte es el reposo,
del día de la vida;
para que despertemos descansados
en el día total del infinito.


YO ME MORIRÉ

Yo me moriré, y la noche
triste, serena y callada,
dormirá el mundo a los rayos
de su luna solitaria.

Mi cuerpo estará amarillo,
y por la abierta ventana
entrará una brisa fresca
preguntando por mi alma.

No sé si habrá quien solloce
cerca de mi negra caja,
o quien me dé un largo beso
entre caricias y lágrimas.

Pero habrá estrellas y flores
y suspiros y fragancias,
y amor en las avenidas
a la sombra de las ramas.

Y sonará ese piano
como en esta noche plácida,
y no tendrá quien lo escuche
sollozando en la ventana.

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